Olivetianos en acción

BODAS DE ORO MATRIMONIALES

A lo largo de la vida de una persona puede producirse un acontecimiento que, si ocurre, sólo se dará una vez y necesariamente lo celebrará con su pareja: los cincuenta años de matrimonio.

Tal feliz circunstancia se dio para nuestro compañero José Manuel Aguirre y para  Dolors Vidal, su mujer. Se casaron el 9 de septiembre de 1959. Hace pues 50 años.

Quisieron celebrarlo en Puigcerdà, esa hermosa villa pirenaica, donde nació ella, donde se conocieron en unas vacaciones de verano, donde se casaron y a la que se sienten profundamente unidos desde hace tantos años.

El pasado 19 de septiembre convocaron a familiares y amigos a una gozosa fiesta. Comenzó con una misa de Acción de Gracias en el templo parroquial y siguió la celebración con una comida en un prestigioso restaurante ceretano, con el telón de fondo del singular lago de la localidad. 

No podía faltar en la fiesta una representación de la familia olivetiana. Allí estaban los matrimonios Tutusasus- Cebriá (Carlos y Lolita); Hernández Guillem – Crespo (Jaime y Felisa); García de Arboleya-Cervera (Enrique y María), mi mujer María Luisa y yo, y Luís Vich, en representación de  los   olivetianos solteros. Sentimos la ausencia del matrimonio Herrero- Felices (Paco y Mari Luz). Un problema de salud les impidió acompañarnos.

A la hora de los postres, José Manuel y Dolors se alternaron en la sentida lectura de unas cuartillas en donde agradecieron a todos los presentes no sólo su asistencia a la fiesta sino el afecto, la comprensión y la ayuda que de ellos han recibido a lo largo de de muchos años. Se dirigieron  a cada uno de los asistentes, recordando brevemente retazos de vida compartidos que suscitaron no pocas emociones. Para los más jóvenes no hubo recuerdos sino el deseo de una vida larga y plena… y algún consejo.

En la fiesta no podía faltar el tradicional pastel nupcial. Venía a ser como un colofón a aquellas palabras de los dos: “Ahora bien puede decirse que ya hemos superado con un aprobado alto nuestro período de prueba y, por lo tanto, nuestra unión adquiere carácter de matrimonio oficial y estable”.

Pasamos un rato inolvidable en aquel marco sugerente presidido por el lago, que inspira serenidad y permite que los recuerdos y las emociones fluyan tranquilas. Todos agradecimos sinceramente que Mª dolores y José Manuel nos invitaran a acompañarles en este emocionante evento. Muchas felicidades.

 

José Luis Varas

 

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