Olivetianos en acción

Viaje a Irán

por Pablo Yagüe.

 

No se bien cual fue nuestra motivación para visitar Irán.

Cierto es que la historia de Persia y su cultura nos atrae, pero la situación del país no parecía la más indicada para pensar en visitarlo. Tuvimos nuestras dudas, consultamos con la embajada española en Teherán. Como era obvio nos desaconsejaron la visita, pero por la conversación intuimos que era más política que real esta recomendación. Así que compramos ropa adecuada para disfrazar a mi mujer; visitando la calle Hospital de Barcelona encuentras todo lo que desees de tipo islámico; y decidimos hacer el viaje.

 

4/7/09. Guía Hamid. Chofer Merash

Iniciamos viaje desde Barcelona estrenando aeropuerto. Todo bien, pero los asientos de espera mal encarados con las puertas de salida. Embarcamos a puntuales pero nos tienen 1.30 horas, sentados en el avión, sin salir ni saber porqué. Nos ahorrará espera en Estambul. Para alegrar la espera nos reparten unas hojas para identificación posterior, no alarmarse son para caso de gripe A. Esto promete. Con 2 horas largas de retraso la llegada a Estambul, pero no desesperar, el vuelo a Teherán se demorará, al menos, 55 minutos más de lo previsto. En principio el ambiente femenino dista mucho de lo que nos presentan en los “medios”.Las parejas iraníes son muy occidentales en su comportamiento, y las mozas no van tapadas, veremos si al llegar a Teherán cambian de modelo. Ya llevamos 3 horas en aeropuerto BCN, 2 de vuelo, y 4 de espera en Estambul. En menos tiempo llegas a la Patagonia. Al fin salimos, con hora y media de demora. Lo dicho estaríamos en Upsala. Por fin con más de dos horas de retraso aterrizamos en nuestro destino.

Antes del avión.   Después del avión.

No acabó todo ahora a conseguir los visados y pasar el control de entrada en Irán. Que desastre, una vez obtenido el visado, casi otra hora para seis personas, la policía ya se ha retirado de los controles, y no podemos salir del aeropuerto. Tardan más de media hora en localizar al que nos puede visar los pasaportes y darnos entrada en el país. Todo a ritmo de carrera de caracoles. Llegamos al hotel, son las cuatro de la mañana, así que sin demora una cabezada y…

5/7/09

Tres horas justitas de descanso y de nuevo en marcha. Visita Teherán, muy corta a las 13 horas debemos de estar de nuevo en el aeropuerto. Todo se ve muy tranquilo, esta semana se celebra el día del padre, Conmemoración del nacimiento de Alí, sobrino de Mahoma. Ni rastro de las manifestaciones que han tenido lugar en la avenida Valiasr, Claro que es una callecita de 22 kms. y no la recorremos toda. Lo más sorprendente las mujeres. Si bien todas llevan pañuelo en la cabeza, ni con mucho son todos negros, ni cubren totalmente el pelo. Además muchas visten pañuelos de colores llamativos. Se estima que Teherán tiene una población de 12 millones de habitantes. Sobre un 18% de la población total del país. Así que la cantidad de tráfico y movimiento de gente es espectacular, vayas por donde vayas. Visitamos el museo arqueológico, con cosas interesantes pero muy pobre, el de alfombras, curioso por los trabajos expuestos, y el del cristal, situado en la antigua mansión de un comerciante, es una preciosidad tanto el contenido como el continente. Lo montó hace unos años un equipo italiano que hizo un trabajo muy bien acabado. Comemos en un restaurante frecuentado por estudiantes y vendedores de la zona. Muy agradable el ambiente y la comida, y lo bueno era ver la curiosidad que despertábamos en el resto de clientes.

Mujeres iranís. Madre con sus hijos. Para aprender idiomas.

Irán tiene muy poco turismo extranjero, unos 500.000 al año, lo que hace que parezcas un bicho raro allí donde estés. Por suerte los iraníes son gente muy educada en su gran mayoría, muy agradable de trato lo que hace que te sientas bien entre ellos.

Del restaurante al avión de nuevo, en un vuelo interno, para desplazarnos a Shiraz, antigua capital de Persia, muy cercana a las ruinas de Persépolis. Por la tarde, ya declinaba el Sol, giramos visita a los jardines (tumbas) de los poetas Saadi y Hafez. Existe un gran culto a estos personajes, que son filósofos, o maestros, o santones. Ambos jardines estaban repletos de familias visitando, en peregrinación, sus tumbas.

Versos del poeta Saadi:

- Creer que un enemigo débil no puede dañarnos, es creer que una chispa no puede incendiar el bosque.

- Temo a Dios, y después de Dios temo principalmente al que no le teme.

6/7/09

Unos kilómetros de carretera con poco trafico, hoy es fiesta; el tema de Alí; y llegamos a Persépolis. Unas magnificas ruinas, de una gran belleza en cuanto a sus grabados en piedra, y de gran magnificencia por sus dimensiones. El bueno de Darío I no tenia problema con los Presupuestos del Estado. El grado de conservación de los grabados es magnifico, y su simbología muy interesante. Lastima que para su conservación se hayan edificado unas protecciones que restan visión y perspectiva, precisamente en las partes más bellas. Mucho calor en las horas de la visita, el Sol pegaba bien. Me compro un sombrero tipo americano, made in China. Que pinta que hacia con ese tocado.

Persépolis. Friso a la entrada de recepción. Friso a la entrada de recepción.

Subo a la tumba de Darío II, desde ella se domina la vista completa de las ruinas, recuerda a las tumbas egipcias pero está tallada en la roca tipo granito y es, como diría el Jesulín, Im-presionante. A otros pocos kilómetros de Persépolis se encuentra la necrópolis de Náqsh-i Rustan, con las tumbas de Dario I, Jertes, y los tres Atajerjes. Son del mismo estilo que la comentada de Darío II sobre las ruinas de Persépolis.

El cowboy y la morita. Tumba de Dario II Tumbas de Naqs E Rustan.

También quedan ruinas de una torre del fuego de los Zoroastrianos, de unos 1500 años de antigüedad. Ya agotadillos a comer en el restaurante Lanen Tavoos, aconsejado en la guía de Toni Vives, la única en castellano sobre este país. Buena comida, vegetales y cordero, en un marco, como siempre, absolutamente iraní; sin concesiones a un turismo casi inexistente. Al aire libre a la sombra de árboles y junto a un estanque con surtidores para refrescar el ambiente. De regreso a Shiraz visitamos los jardines de Eram, y la fortaleza de Karim Khan, siglo XII. Y por la tarde después de un descanso y con el Sol en declive visita al mausoleo de los hermanos del Imán Reza, séptimo descendiente del Profeta. Aquí Jesulín debería de haber inventado otras dos palabras. Es un lugar de culto, al que esta restringido el paso de no creyentes. Eso implicó no poder sacar fotografías y como es obvio comportarse como vieres. Las mujeres del grupo no tuvieron bastante con usar pañuelo, debieron de ponerse un shador que las cubriera todo el cuerpo. Atestado de gente; era festivo y una fecha de peregrinaje a ese lugar. La decoración del interior del templo, recubierto de espejos hasta el último centímetro cuadrado es magnifica. Su visita compensa con creces el día, y aún el viaje. Y a cenar, que mañana dejamos Shiraz camino de Pasagarda y el desierto.

7/7/09

Salimos de mañana hacia Pasagarda, capital de Persia en época de Ciro el Grande. A destacar la tumba de este rey, una edificación muy austera que contrasta con otros templos funerarios de otros reyes de la zona. El resto está poco excavado y solo se aprecia la grandiosidad que debió de tener el lugar. Interesante una estela de piedra con la figura de Ciro, y algún bajo relieve. Será muy interesante en unos años si el gobierno iraní apuesta por el turismo y la arqueología.

Terminada la visita emprendemos camino al caravansar en el que dormiremos al estilo de los comerciantes de la Ruta de la Seda. En el camino parada en Abarküh para comer y visitar una torre de hielo, y un ciprés milenario. Según científicos rusos este ciprés puede datar de unos 4500 años. Al atardecer, casi anochecer, llegamos al lugar de hospedaje un caravansar reconstruido y convertido en “hotel”.

Tumba de Ciro. Caravansar. Caravansar.

Dimos unos paseos por los alrededores, pleno desierto, para ver las dos fuentes que surgen del suelo y de las que únicamente pueden beber los camellos. Las plantas que crecen en sus inmediaciones son muy ralas y existen unos pocos pinos que malviven. La cena, típica de la zona; más bien del local; en un ambiente agradable, pero con bastante calor, tanto así que el personal de servicio y algún compañero de viaje, durmieron al raso. Ha sido un día de mucha carretera y apetecía ir a dormir pronto, a la puesta del sol.

8/7/09

Después del desayuno en el desierto, de nuevo al “camello” y rumbo a Yazd. La primera visita se ha dedicado a las Torres del Silencio y al Templo del Fuego. Ambos monumentos corresponden a la religión de los zoroastrianos. Las primeras son un antecesor de los tanatorios actuales. En unas lomas se construían unos edificios circulares en cuyo centro se depositaban los cadáveres para que fueran devorados por los buitres. Al pie de esas lomas existían unos edificios donde, las familias de los difuntos, celebraban las ceremonias fúnebres en tanto los cuerpos eran convenientemente “limpiados por los pajaritos”.  Un sistema muy ecológico que perduró hasta la llegada al poder del Sha Reza, aproximadamente año 1929. El Templo del Fuego es un edificio moderno, posiblemente del siglo XIX, XVIII a más tardar, que conserva en su interior un fuego de leña, encendido por los zoroastrianos hace 1530 años. Así me lo cuenta Hamid, así lo cuento. Hoy las dos mujeres del grupo han efectuado una visita un mausoleo reservado a las féminas. Los miércoles las mujeres de Yazd se reúnen en ese lugar, sin acceso para los hombres, para practicar el “marujeo” No han estado mucho tiempo, asomar la cabeza y han salido a escape. Los iraníes son muy abiertos y agradables, no obstante todas las mujeres las miraban como cosas raras y no les ha resultado cómoda la visita. Es tan poco el turismo que accede ha estos lugares que causamos curiosidad. A las doce, después de comer, y como cada día, hemos descansado en el hotel. El calor hace difícil pasear hasta pasadas las cinco de la tarde. Así que a las seis todos de nuevo en camino, aún hace mucho calor, preferimos no saber la temperatura para no preocuparnos.

Torres del Silencio.  Saliendo del marujeo.  Mujeres de Yaz.

Visitamos una edificación denominada Cárcel de Alejandro. Al parecer existe un sinfín de lugares con esa denominación, y en ningún caso se cree que realmente tuvieran nada que ver con el conquistador de Persia. Más mausoleos y los jardines de Dalat Abad, como todos tranquilos, bonitos, frescos y muy utilizados por la gente del país. Abad quiere decir que hay agua. Paseando por la Avda. Enghelab, la más concurrida de Yazd, encontramos a una pareja de muchachas de Barcelona que hacían el viaje a su aire. Se unieron un rato a nosotros aprovechando así la experiencia Hamid, nuestro guía, que nos adentró en calles tipo bazar difíciles de encontrar y sobre todo de salir. Un lugar interesante fue un hotel de 200 años de antigüedad. Su estado es un tanto lamentable, no dormiría en el ni cobrando, pero era realmente curiosa su decoración y equipamiento. Es claro que en su tiempo era un establecimiento importante en Yazd. Su dueño está molesto con Europa porque no se actúa contra el régimen que les gobierna, no entiende como el resto del mundo acepta lo que ocurre en su país. Un tanto extraño este personaje. Todo viene porqué en esta situación tienen pocos visitantes y le va mal el negocio. En la misma zona visitamos una heladería/café escondida por esos laberintos de callejas. Su decoración es un primor, envidia para cualquier gran capital occidental. Local bellísimo, fresco, silencioso y con dos piscinas de poca profundidad en los centros de las salas que dan un toque de distinción al local. Además con unos helados, café y te de una calidad exquisita. No tome nota de nombre ni dirección, pero de nada hubieran servido, como decía Josep este local no se localiza ni con GPS.

 Hamid y las feminas.  Sin comentarios.

Y de nuevo de camino al hotel, nos despedimos de las intrépidas Laia y Anna, que seguían su viaje a Isfahan con medios públicos. La cena en el hotel. Lo de siempre ensalada, sopa yogourt y Kebab de cordero. Josep y Salvador optan por el de gambas, y realmente parece una decisión acertada. Todo muy bueno, pero muy repetido, es el sino del turista, en España los inflamos a paellas de dudosos contenidos. Esa noche en el hotel se celebra una reunión de una empresa relojera suiza, es curiosa la forma de repartirse para cenar, como en las antiguas películas de moritos pero vestidos a la europea.

9/7/09

Respetamos el horario y salimos a las 8. Primera visita la Mezquita del Viernes que ayer no se pudo visitar por la festividad. Es curioso que en el sótano existe otra sala de oración en la cual la temperatura en verano es entre 10 y 15 grados más baja. Sin embargo en invierno la temperatura es mayor que en la plaza. Realizada esta visita partimos para Isfahan según lo previsto. Paramos a tomar un te en un caravansar en ruinas, utilizado como casa de labor para el trabajo del campo, y continuamos hasta Naein para visitar el pueblo típico de la zona, sus calles, mezquita, museo. Comemos en el restaurante Inn, y de nuevo a la carretera. Isfahan no decepciona. Ya desde los primeros barrios de periferia se aprecia porqué es la Joya de Irán. Como es norma descansamos hasta que el Sol permite salir, así que a las seis; el calor sigue siendo de justicia; iniciamos la visita. Primero, era raro que no ocurriera, presentación de alfombras. Las mismas explicaciones; son los mejores, ellos no engañan, son únicos; te de bienvenida, y alfombra para la maleta. No acaba aquí la artesanía de Isfahan, lo siguiente; y nosotros deseando llegar a la plaza del Imam, que ya se vislumbra; un miniaturista el Sr.Hafez, trabajos sobre hueso de camello por estar prohibido el marfil, sobre tablas, nácar, etc. Realmente son de calidad y de una gran belleza, así que de nuevo para la maleta. Por fin desembocamos en Imam Square. También lo indicaba en árabe y en farsi, pero es más difícil de escribir. Y su nombre completo Maidan-e-Naghsh-e-Jahan difícil de recordar. Enorme, 178 por 500 metros. Bonita, un espectáculo de color y ambiente. Tiene 222 pórticos a su alrededor. Dos mezquitas y un palacio flanquean tres de sus cuatro lados. En el centro parterres de césped, todos ellos ocupados por familias que se han instalado para pasar la tarde y cenar. Preparan la comida allí mismo, traen todo lo necesario, cocina, alimentos en crudo, alfombras para estar cómodos, y muchas ganas de diversión. Puedes fotografiar sin problemas todo ese ambiente, si bien en ocasiones te piden fotografiarse contigo. Eres un bicho raro en aquel entorno. En el lado sin mezquita ni palacio, la entrada del Bazar, unos tres kilómetros y medio de longitud con cantidad de callejas que salen del tronco principal. Justo en ese lado subimos a una terraza del Café Gheysareh a tomar un te con pastas y disfrutar de todo el espectáculo de la plaza.

 Isfahan, Plaza del Iman. Plaza del Iman.

Ya descansados, y con una temperatura soportable, entramos en el Bazar. Un paseo por su inicio, intentando no comprar, a eso dedicaremos otro día, y Hamid nos hace atravesar de nuevo toda la plaza para llevarnos al restaurante Bastani, muy popular en Isfahan, y en el que, como en todos, somos los únicos turistas.  Aquí nada de cocina internacional. El precio bien 680.000 rials, unos 48€. Éramos ocho comensales.

Entrada al Bazar. Un buen Restaurante. Interior del Restaurante.

10/7/09

Seguimos en Isfahan. Hoy no he recordado tomar la pastilla correspondiente así que me quedo sin desayunar. Directamente, sin temas comerciales, nos dirigimos a la Mezquita del Imam. Una maravilla de monumento con zonas de diferentes siglos iniciando en el VIII. Muy deteriorada su ornamentación aún así es maravillosa. El trabajo de decoración con pedazos de cerámicas, antecedentes del estilo del trencadis modernista. Isfahan es un jardín y una ciudad maravillosa y demencial a la vez.

Plaza y Mezquita del Iman. Mezquita del Iman. Puerta.

Ahora toca visitar, en el barrio armenio, la catedral cristiana del Salvador; lamentablemente no dejan fotografiar su interior bellamente decorado con pinturas descriptivas de hechos históricos y religiosos. Su decoración entre ortodoxa y católica es una joya. En el museo adjunto a la catedral se recuerda el holocausto del pueblo armenio a manos de Turquía en 1915.

Catedral del Salvador. Catedral del Salvador.

El río Zayandeh es cruzado por diez puentes, dentro de la ciudad, tres de ellos, los más antiguos y bonitos son de obligada visita. Así que antes de ir a comer nos trasladamos a la zona del río, próxima por cierto al hotel, para visitarlos. Son curiosas sus formas y utilidad actual. Cerrados al tráfico para su conservación sirven para el paso y reposo de personas, aprovechando la sombra pues son cubiertos, y para diversión. Se reúnen habitualmente entre sus arcos cantantes aficionados que son escuchados y jaleados por el público que se congrega para presenciar sus actuaciones. Es un canto que recuerda al flamenco. De aquí, sin pausas al restaurante Honey. La comida y su calidad la de siempre, buena. Dos horas de reposo en el hotel nos preparan para más visitas a realizar a pie. La primera el hotel Abbas, un superlujo de 5 estrellas, cuyos jardines imitan las formas de la Plaza Maidan-e-Naghsh-e-Jahan (ya no os acordabais del nombrecito). Tomar un te al estilo persa en estos jardines es un placer y te relaja para el resto de la visita que será larga pero tranquila, la primera impresión ya la tuvimos ayer así que ahora a disfrutar con calma, empapándote del ambiente, olores, y sonidos. Es recomendable una heladería en el noroeste de la plaza, es inconfundible por las colas que se forman, muy buenos tanto los helados como los zumos de fruta que venden, y el precio acorde con el sitio, 0.40 euros un helado de buen tamaño. Después del helado unas cuantas fotos más, al anochecer en la plaza, y de vuelta al hotel.

 

 

11/7/09

Hoy tendremos la tarde libre para perderse por el Gran Bazar, pero la mañana promete ser intensa.

 Entrada al Gran Bazar. Interior del Gran Bazar.

En primer lugar visitamos el palacio Chehel Sutun, dentro de un jardín de 67.000 cuadrados, por espacio no se cortaban los persas del siglo XVI. He perdido la cuenta de las fotos que he tomado de la plaza y sus edificios, y de nuevo estamos en ella para visitar las dos mezquitas y el palacio Ali Qapu.Las mezquitas no se pudieron visitar el día anterior por ser de culto, así que hoy, que están libres de fieles, vamos a por ellas. La mezquita Sheikh Lotfollah; llamada del Sha antes de la revolución de los ayatolas; tiene una pórtico pequeño, situado hacia el centro del lado Este de la plaza, y al entrar se da un giro de unos 45º para que la mezquita se encare a la Meca.

 Mezquita. Mezquita.

Su decoración, a base de azulejos de diferentes formas y dibujos, es muy interesante. Lo mismo ocurre con la mezquita del Imán, es de una preciosidad única, como la otra mezquita la entrada esta en un ángulo de 45ª con el mismo objetivo de encararla a La Meca. Estando en ellas desearías disponer de más tiempo para poder disfrutar de su contemplación sin prisas y sin gente que te moleste. Lastima que el patio de está mezquita del Imán esté cubierto con toldos para mitigar el calor de los fieles durante la oración, ello impide ver las fachadas interiores, los pórticos y minaretes, en todo su esplendor. Ya por la tarde podemos visitar Isfahan sin el resto del grupo, ello permite admirar más esta ciudad que sin duda se merece el apodo de “Perla del Irán”.

 Mezquita. Perla del Irán.

Es limpia, agradable, salpicada de jardines, la gente muy amable; y no por servilismo al turismo, no es una amabilidad forzada para ganar al cliente. Se aprecia que no estás en un país árabe, como ellos dicen son persas. Mañana nos espera un duro recorrido, sobre unos 400kms, tendremos tiempo en el trayecto de recordar lo visitado en Isfahan.

12/7/09

La jornada está siendo dura, a pesar de circular por una autopista en muy buen estado. Todo lo que vemos es desierto, y la nube de arena que nos envuelve desde nuestra llegada a Irán, hace monótono el trayecto. Pasamos muy cerca del Centro de Investigación Nuclear de Irán. No se si realmente será tal o es un señuelo, pero esta vigilado por bases antiaéreas, carros de combate, taludes de tierra y un sin fin de asentamientos militares. Llegados a Kashan visitamos los Jardines de Fin, un bonito lugar rodeado de un muro fortificado. En su interior museo, mezquita, diversos jardines, un palacio, y una casa de te donde sirven amen de esta bebida, unos helados magníficos y de generosas dimensiones. El ambiente, entre árboles y con el sonido de los canales que cruzan todos los jardines, invita a la relajación, al menos en tanto acabas el helado. En los baños de este jardín asesinaron, en 1852, a un visir del monarca reinante. Al parecer este dio contraorden pero cuando esta llegó al lugar el visir ya era pasado. El palacio perteneció a un comerciante de alfombras en el siglo XIII, debía estar bien de dinero ya que le construyeron una casita maravillosa. Curioso es que en unos patios interiores, cubiertos por unas bóvedas, se dejaron unos espacios en ellas para contemplar las estrellas. Por desgracia estos monumentos han sufrido deterioros importantes. De nuevo en camino brevísima parada en Qom, ciudad donde el ayatolá Jomeini, impartió enseñanza del Corán hasta que fue desterrado por el Sha. Actualmente, y pese a que el Islam prohíbe el culto a las personas y no tiene Santos, están erigiendo una monumental mezquita en su honor.

 Qom. Mezquita Jomeini. Boutique de recuerdos.

En esta ciudad si que se aprecia un ambiente extraño. Son de una religiosidad extrema y no apetece pasear, más de lo imprescindible, por ella. Te sientes observado y no parece que con cariño. Así que solo bajamos del bus para hacer unas fotos, las mujeres prefieren permanecer en el bus, a buen recaudo de las miradas indiscretas. Tarde libre en Teherán, el hotel esta en una de las principales calles de la ciudad, así que sin tener que andar demasiado pudimos apreciar bien el ambiente que se vive. Curioso la cantidad de tiendas de vestimenta, en especial de mujer. Tal como van vestidas no se entiende la gran cantidad de establecimientos dedicados a ellas, y menos aún el tipo de ropa que se exhibe. Al igual que en Siria, las tiendas de lencería dejan en ridículo a los Sexi Shop de occidente. El tráfico indescriptible, y la forma en que los peatones circulan es demencial, para nuestro entender. Al cruzar una plaza como podría ser la de Cataluña en hora punta, se desentienden del tráfico y ni miran a los vehículos. Cierto es que si los mirases confundirías al conductor, que tan solo está pendiente de no darse con los demás. Un par de horas de paseo y nos detenemos en un establecimiento de zumos de fruta, no se como pero conseguimos beber un zumo de melón que supo a gloria. Cena en el hotel, por cierto la peor de todo el viaje, mañana no repetiremos.

13/7/09

Como todos los días Merash es puntual, así que a las nueve iniciamos la visita guiada de la ciudad. Primero a resolver en Turkis Air el problema logístico de uno de los componentes del grupo. No habían confirmado su vuelo de regreso y no era cosa de dejarlo en tierra. Ya todos tranquilos una vuelta por la ciudad y directos a los palacios del último Sha. Teherán esta situada en la falda del monte Tochal, a una altura entre 1100 y 1900 metros. Como es lógico y el Sha no era tonto, en especial el fundador de la dinastía, padre del último Sha, su palacio lo situaron en la zona alta de Teherán, vamos el Pedralbes de la zona. El palacio del último Sha es poco atractivo por fuera pero muy bello en su interior, si bien no representa para nada la cultura persa.

Palacio del Sha.

Palacio del Sha.

Palacio del Sha.

Parece la mansión de un multimillonario americano. Como todo palacio tiene estancias y muebles majestuosos, alfombras de más de 140 metros cuadrados, comedores para 200 comensales, vamos normalito. El palacio del primer Sha Pahlevi, fundador de la dinastía que solo duró dos generaciones, es un primor por fuera y por dentro. De reducidas dimensiones, una sola planta, y un semisótano, adecuado para habitar después de su muerte. Toda la fachada es de mármol verde, el interior decorado según el arte persa, una habitación se asemeja al mausoleo de los hermanos del Imán Reza, el techo esta decorado con trozos de espejo con el mismo dibujo que tiene la alfombra que cubre el suelo de la habitación. Es una preciosidad pero no resulta ostentoso dado su “pequeño” tamaño. Ambos palacios se conservan exactamente igual que en el momento de su abandono por la familia Pahlevi, en 1979. El entorno, unos enormes jardines y bosques, a unos 1800 metros de altura, con una temperatura que resulta unos 8º inferior al resto de la ciudad, es realmente espléndido. Que bien vivían los muchachos. Visitados los palacios Hamid nos reservaba una sorpresa, la comida la tenemos reservada en un lugar cercano, al pie de los riscos de las montañas, en un paraje que recuerda al río Envalira de Andorra, o al Darro de Granada, cuando discurre a los pies de la Alhambra.

Palacio Verde. Fachada del Palacio Verde. Palacio Verde.

A pesar de las fechas el río bajaba con alegría con un considerable caudal. Es un sitio de veraneo de la clase alta de Teherán, la quebrada esta repleta de restaurantes de un cierto lujo. El ambiente el normal de verano en sitios turísticos de un cierto caché, con un publico mayoritariamente compuesto por mujeres, con pañuelo pero muy elegantes. Salvo los hombres de nuestro grupo, y los camareros, el resto todo mujeres iraníes. La comida muy bien, la bebida toda la cerveza que quisieras, sin alcohol por supuesto. Puedes poner limón para darle un cierto sabor. Ya se hacia tarde y bajamos de nuevo al centro de la capital. La diferencia de temperatura se notaba cada vez más, así que fuimos directamente a visitar la Torre de la Libertad, antaño torre del Sha, y actualmente símbolo de Teherán.

Las iraníes no son feas. Torre de la Libertad.

Unas fotos y al hotel. Hoy hemos de trasnochar, a las doce nos recogen para dejarnos en el aeropuerto y de allí “desvolar” lo volado, y fin de los servicios. En otras doce horas de nuevo en BCN, si no repiten los retrasos.

Viaje para recomendar, si los ayatolas no se ponen tontos.

Un abrazo, Pablo.

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